El mal de altura, también conocido como “enfermedad por altitud”, afecta a las personas que visitan destinos ubicados a grandes altitudes respecto del nivel del mar.
En este artículo, te brindamos consejos útiles para prevenir y actuar ante esta condición durante tu viaje en las alturas.
¿Qué es el mal de altura?
El mal de altura se presenta cuando el cuerpo no se adapta adecuadamente a la baja presión de oxígeno en altitudes elevadas. Los síntomas pueden incluir dolor de cabeza, náuseas, fatiga, entre otros.
Puede afectar a cualquier persona, independientemente de su edad o condición física, y que los síntomas pueden variar de una persona a otra. Es fundamental estar atento a los indicios y actuar en consecuencia para prevenir complicaciones.
Síntomas del mal de altura
Los síntomas de esta afección pueden incluir:
- Dolor de cabeza
- Náuseas
- Fatiga
- Dificultad para dormir
Si los síntomas persisten, es necesario descender inmediatamente y consultar a un médico.
Consejos para prevenir el mal de altura
1. Tomate tu tiempo para aclimatarte
Es fundamental darle tiempo al cuerpo para que se adapte a la altura. Si vas a estar a más de 3.000 metros, intentá pasar unos días en una altitud intermedia antes de ascender.
Este proceso de aclimatación ayuda a que tu organismo se ajuste gradualmente a las condiciones de baja presión de oxígeno, reduciendo así el riesgo de experimentar los síntomas del mal de altura.
2. Mantenete hidratado
Beber abundante líquido es clave para mitigar los síntomas del mal de altura. La hidratación adecuada facilita la circulación de oxígeno en el cuerpo y contribuye a un mejor funcionamiento del organismo en condiciones de altitud. Recordá llevar siempre una botella de agua contigo y beber regularmente, incluso si no sentís sed.
3. Limitá tus actividades en alturas elevadas
Hasta que tu cuerpo se haya adaptado completamente, es recomendable restringir las actividades físicas intensas en altitudes elevadas. Realizar ejercicios de alta intensidad puede aumentar la demanda de oxígeno del cuerpo, exacerbando los síntomas del mal de altura. Optá por actividades más suaves y dale tiempo a tu organismo para ajustarse.
4. Dormí a una altitud menor
Si durante el día estuviste a una altitud elevada, procurá dormir a una altitud más baja. Dormir en altitudes más bajas permite que tu cuerpo se recupere mejor y se adapte más fácilmente a las condiciones de altitud. Esta práctica es especialmente útil si has realizado actividades físicas intensas durante el día.
5. Evitá el alcohol y los sedantes
El alcohol aumenta el riesgo de deshidratación, y los sedantes pueden reducir el ritmo respiratorio. Ambos factores pueden agravar los síntomas del mal de altura. Por lo tanto, es recomendable evitar el consumo de alcohol y sedantes mientras te encuentres en altitudes elevadas.
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El mal de altura puede afectar a cualquier persona que visite destinos en altitudes elevadas. Sin embargo, con una adecuada preparación y siguiendo estos consejos, podrás disfrutar sin preocupaciones. ¡Buen viaje!