Rutas por Europa: Las Lindas, Las Clásicas y Las Económicas.

¿Quién no ha soñado con visitar este magnífico continente? No creemos que haya muchos desertores de esta idea. Muchas son las razones de sus visitantes a la hora de elegir Europa como destino final de su viaje más soñado. Entre ellas encontramos la anhelada intención de conocer el lugar de origen de nuestros ancestros o la loca idea de que alguna especie de revelación sucederá al contemplar todos aquellos monumentos de los que tanto hemos escuchado. No importa cuales sean las excusas para viajar, Europa resulta siempre un favorito de todos.

Pero ¿Cómo decidir una ruta cuando hay tanto por visitar? Por más chica que parezca ser, Europa logra torcer el brazo de quien ose querer visitarla por completo en un solo intento. Es por eso que los viajeros más experimentados saben que no deben tentarse con la aparente cercanía entre los distintos países y ahorran energía eligiendo bien sus batallas, o mejor dicho, sus rutas de viaje. Para tentar a nuestros clientes a embarcarse en una próxima aventura que les quite el sueño pero no el aliento, proponemos tres rutas turísticas a prueba de viajeros exigentes.

Sur de España y Costa Azul: Malaga, Valencia,Barcelona, Saint Tropez, Niza y Cannes.

Para quienes quieran tener un empacho de playas mediterráneas existe una amplia oferta de vuelos para viajar a España, una vez allí es muy fácil llegar a alguna de las ciudades costeras. Comenzando por Málaga que se destaca por su increíble Costa del Sol y sus construcciones fenicias reutilizadas durante la época musulmana, la Alcazaba y las ruinas de Gibralfaro. Luego dirigirse en bus o tren hasta Valencia cuya ciudad es tan moderna que ha levantado un centro oceanográfico futurista único en el mundo. Está de más decir que debería estar prohibido partir sin haber probado la famosa paella. De allí a Barcelona, esta ciudad parece un museo de arte modernista con playa incluido, donde se pueden disfrutar de las obras maestras de Gaudí o los rincones del barrio gótico. La última parte del recorrido finaliza en la famosa Costa Azul al sur de Francia. Este recorrido que une las ciudades de Saint Tropes, Niza y Cannes, es una de las rutas más glamorosas de Europa y es ideal para quienes deseen sentirse como una estrella de cine entre el mar y la lujosa Riviera francesa.

Europa del Este y Berlín: Budapest, Vienna, Praga y Berlin.

Ideal para viajeros con bajo presupuesto que quieren salirse de los recorridos turísticos convencionales y gustan de la cerveza. La ruta que une la ciudad más vanguardista de Europa con algunos de los países que integraban la ex URS ofrece una oportunidad única. Empezando por la ciudad de Budapest que posee una herencia propia de un auténtico coctel cultural, podemos hallar actividades que unen el exotismo del imperio otomano, la opulencia de las monarquías europeas y la fría contextura de la unión soviética. A solo dos horas en bus se encuentra Vienna. De esta ciudad solo diremos que parece salirse de un cuento barroco y es famosa por ser la cuna del strudel de manzana y la sachertorte, mejor conocida como la torta de chocolate más rica del mundo. No se hable más, todos a Vienna. Siguiendo el recorrido, a 3 horas en bus, se llega a Praga. Es verdad, aquí la cerveza vale menos que el agua, pero lo más asombroso tiene que ser su esplendor arquitectónico ya que conserva estructuras arquitectónicas desde el siglo XIII luego de ser la única ciudad intacta al finalizar la segunda guerra mundial. Solo 4  horas más de viaje hacen falta para llegar a Berlín. Una vez allí solo queda encontrar las joyas turísticas escondidas que la ciudad tiene para ofrecer tales como galerías de arte y bares secretos.

Capitales Turísticas: Roma, Paris y Londres.

Este recorrido es el “deber ser” de todo aquel que quiera presumir que ha visitado el antiguo continente. Ideal para quienes quieren la big picture pero no poseen mucho tiempo. Estas tres capitales resumen de principio a fin lo que hoy conocemos como cultura occidental. Roma representa todo lo que fue monumental en el mundo clásico, las primeras ciudades, el coliseo y el parlamento hablan por sí solos de aquello que fue en algún momento el vasto imperio romano. No hace falta explicar porque Francia es una parte fundamental de la historia occidental. París, alberga en su gran cantidad de museos las obras de arte más prestigiosas del arte renacentista, moderno y contemporáneo, además de los hitos históricos de la revolución francesa. Y aunque no todo el mundo se enamora de manera inmediata no bien pisa Paris no hay nada más romántico que ver el atardecer desde la Torre Eiffel. Última parada Londres, esta ciudad asombra por su impecable organización y la diversidad de su gente y, aunque el clima no sea su fuerte, todo lo demás brilla por su historia, desde el Big Ben hasta el London Bridge pasando por el palacio de Buckingham.