Influenza en viajeros

Este año se conmemoran 100 años de la pandemia de Gripe Española, responsable de la muerte de alrededor de 50 a 100 millones de personas en todo el mundo. A principios del siglo pasado, el escenario geopolítico de la Primera Guerra Mundial fue responsable, en parte, de su expansión global. Situación semejante ocurrió con el virus pandémico de gripe H1N1 en el año 2009, en esa oportunidad, otra vez, los movimientos intercontinentales de personas facilitaron su expansión. En esa ocasión no fueron los soldados de la guerra los facilitadores, sino personas moviéndose en todo el mundo por turismo, viajes de trabajo o migraciones de diferentes causas.

Entonces: ¿Cuál es el riesgo de contraer influenza para los viajeros?

Cuando hablamos de riesgo de adquisición de infecciones por el virus influenza en viajeros, es importante diferenciar la influenza estacional de las formas pandémicas. La primera, conocida como ‘gripe’ se produce año a año como consecuencia de las mutaciones habituales de los virus Influenza A y B, se presenta de forma estacional y se previene con la vacuna anual antes del inicio de la temporada de transmisión (fin del otoño, principio del invierno), indicada preferentemente para grupos de riesgo predefinidos por las autoridades sanitarias. Las formas pandémicas de Influenza, son consecuencia de mutaciones particulares del virus Influenza distintas a las habituales; se presentan de manera esporádica, sin forma de predecirlas y afectan a grandes números de personas, facilitando mayor transmisión en la población y, a su vez, tienen mayor capacidad infectiva debido a factores propios del virus, como así también la ausencia de una respuesta inmunitaria de memoria en la población.

Es muy interesante tomar como referencia el modelo de transmisión de la Gripe Española. En el principio del siglo pasado los movimientos de personas, principalmente hacia Europa, permitieron la introducción de la enfermedad en distintos países de una manera muy rápida. Tanto fue así, que en marzo de 1918, en EE.UU., un grupo de soldados en una base militar de entrenamiento comenzaron con síntomas de Influenza. Dos semanas después, 1.100 soldados se encontraban hospitalizados, mientras que otros miles yacían enfermos en las barracas. Poco a poco con el movimiento de soldados, varios de los campos de entrenamiento militar en todo EE.UU. se vieron afectados por esta enfermedad. Posteriormente, estas mismas tropas fueron las encargadas de llevarlo hacia Europa. En menos de un año, se desarrolló una de las amenazas a la salud pública más grandes de la historia de la humanidad, infectando a 500 millones de personas en todo el mundo, y terminando con la vida del 2,5 al 5% de la población mundial.

Si bien la pandemia de Gripe Española no modificó el curso de la Primera Guerra Mundial, sí fue la guerra y su entorno los que permitieron la expansión de la gripe por medio de la movilización de tropas, sumado a otros factores como el estrés, la desnutrición y el hacinamiento que promueve cualquier conflicto bélico.

Respecto del movimiento de poblaciones, hace pocos días el sitio Flightradar.com, notificó un nuevo récord en la cantidad de vuelos realizados en un día, superando los 200.000 vuelos el 04 de Julio de 2018. Si se relaciona esta información junto a la proyección de turistas viajando calculada para el año 2030 en 1.8 billones de personas por la Organización Mundial de Turismo, es imprescindible mantener pautas responsables en relación a la salud individual como colectiva y, dentro de éstas, una de las más importantes es la prevención con las vacunas.

La Influenza estacional es una de las enfermedades más prevalentes en viajeros. La Organización Mundial de la Salud recomienda a los viajeros de alto riesgo que viajan de un hemisferio a otro en épocas de transmisión de Influenza que deberían vacunarse con la vacuna antigripal, por lo menos dos semanas antes del viaje. Esta recomendación dependerá de la posibilidad a acceder a esta vacuna, como así también del lugar de destino del viaje y su situación epidemiológica.

Los principales factores de riesgo detectados durante un viaje para esta enfermedad son: a) los adultos mayores o niños pequeños, b) las enfermedades que produzcan algún tipo de alteración en las defensas, c) las visitas a familiares en otros países con estadías mayores a 30 días y d) aquellos viajes que impliquen la convivencia con grandes conglomerados de personas, como son los cruceros o los encuentros culturales y religiosos multitudinarios (Ej: Peregrinación a la Meca -Hajj-, Copa Mundial de FIFA, Juegos Olímpicos, etc.).

Una de las mejores herramientas para prevenir la Influenza, es la realización de una consulta con un médico especialista varias semanas previas al viaje y recibir con adecuada anticipación la vacuna a fin de brindar tiempo suficiente para adquirir defensas contra la enfermedad. Además se le pueden sumar otras medidas menos efectivas como son: 1) el lavado habitual de manos, 2) la utilización de geles con alcohol varias veces en el día o posterior al contacto con otras personas y 3) la utilización de barbijos para aquellas personas sanas que tienen que acompañar en un viaje a un paciente enfermo. Es altamente recomendable evitar el contacto con aves o derivados de productos de las mismas, como así también estar en cercanías de granjas de cría de aves en épocas de brote de Influenza, por el riesgo de contagio de gripes aviares.

Asimismo, y al regreso del viaje, siempre debe estar presente la sospecha diagnóstica de haber adquirido esta enfermedad, para prevenir las complicaciones bacterianas que pueden agravar los cuadros de Influenza.

Para concluir, cabe destacar que cuando se habla de grupos de riesgo para Influenza, habitualmente se deja de lado a los viajeros. Sin embargo, este es un grupo creciente de personas muy expuesto al virus en la actualidad. Este factor, sumado al incremento exponencial de viajeros y vuelos en la actualidad, sugiere que se deba priorizar la importancia de la vacunación antigripal con tiempo suficiente antes de realizar un viaje para que, de esta manera, no se puedan repetir escenarios que planteen riesgos de una nueva pandemia tal como sucedió hace un siglo atrás.

Dr. José Ignacio Carranza

Medicina Internacional Omint Assistance

MN: 129.607

 

Dr. Hugo Manso

Medicina Internacional Omint Assistance

MN: 73.598

Referencias.

1.-https://www.lanacion.com.ar/2147500-ensenanzas-de-una-pandemia-olvidada-a-cien-anos-de-la-gripe-espanola

2.- https://elpais.com/elpais/2018/01/16/ciencia/1516096077_476907.html

3.- https://www.flightradar24.com/2018-07-04/21:45/120x/-41.23,-57.88/4

4.- http://media.unwto.org/content/infographics

5.-https://www.cdc.gov/flu/resource-center/freeresources/graphics/seasonal-vs-pandemic-flu-infographic.htm

6.- M. Goeijenbier et col. Travellers and influenza: risks and prevention. Review. Journal of Travel Medicine, 2016, 1–10. Doi: 10.1093/jtm/taw078.

7.- Sanne-Meike Belderok et coll. Effect of Travel on Influenza Epidemiology. Emerging Infectious Diseases. www.cdc.gov/eid. Vol. 19, No. 6, June 2013. DOI: http://dx.doi.org/10.3201/eid1906.111864.

8.- Organización Mundial de la salud. Influenza. http://www.who.int/ith/vaccines/seasonal_influenza/en/