Aunque las cabinas de los aparatos están presurizadas, la presión de aire en la cabina, durante el vuelo a altitud de crucero, es más baja que la presión del aire a nivel del mar. Por eso la sangre absorbe menos el oxígeno y los gases en el interior del cuerpo se expanden. Los efectos de una presión de aire reducida en cabina durante mucho tiempo son normalmente bien tolerados por los pasajeros sanos.
Sin embargo, los pasajeros con problemas médicos, especialmente enfermedades del corazón y del pulmón y afecciones de la sangre (como anemia) pueden no tolerar bien un reducido nivel de oxígeno. Algunos de estos pasajeros pueden viajar con seguridad si se acuerda con la aerolínea tomar medidas para disponer la asistencia de un suministro adicional de oxígeno durante el viaje.
Recomendación para viajeros: debido a que los reglamentos y las prácticas al respecto difieren de un país a otro y entre compañías aéreas, se recomienda que estos viajeros, especialmente aquellos que desean llevar su propio oxígeno, se pongan en contacto con la correspondiente línea aérea, con suficiente tiempo anterior al inicio de su viaje.
Dra. Norma Sanfeliz
Especialista en Salud Pública
MN: 63.946