Salud en los vuelos

La gran mayoría de los niños no tiene problemas en viajes aéreos. La complicación más frecuente es el dolor de oídos, que puede presentarse principalmente en los lactantes durante el ascenso y descenso. Para evitarla se recomienda la succión de líquidos, ya sea leche materna u otros en mamaderas. Se debe tratar de mantener al niño en una posición erecta durante el descenso.

Hay que tener precaución con viajes aéreos en recién nacidos sanos de menos de 1 a 2 semanas de vida. Algunas compañías aéreas pueden restringir el viaje de niños muy pequeños. En niños con enfermedades cardiológicas o pulmonares, se deberán tener mayores precauciones, haciendo una consulta especializada previa, para obtener recomendaciones específicas.

Es fundamental mantener al niño entretenido durante el vuelo. Los asientos de pasillo permiten caminar con los niños. Llevar ropa de repuesto, juguetes y actividades de entretenimiento elegidas por ellos mismos.

Asegurate de disponer de suficiente leche artificial para bebés y alimentos para 24 horas, por si hubiera demora en los vuelos.
Asimismo, consultá con la compañía aérea previamente si el niño tiene requerimientos alimentarios específicos (diabetes, alergias, etc.)
En el caso que los niños necesiten viajar al encuentro de los padres o regresar de manera imprevista, los seguros de Asistencia al Viajero ofrecen un adicional por ¨acompañamiento de menores¨.

En el caso de niños con asma o alergias, la consulta previa con el médico pediatra es imprescindible para emprender un viaje seguro.

Dra. Norma Sanfeliz
Especialista en Salud Pública
MN: 63.946