Cómo viajar con alergia crónica

Cuando tenés una alergia crónica, viajar puede presentar algunos desafíos adicionales, pero con la preparación adecuada, podés disfrutar de tus vacaciones sin preocupaciones. Aquí te dejamos algunos consejos para que tu experiencia sea un éxito.

1. Antes de viajar

Antes de emprender tu travesía, es fundamental que tu alergia crónica esté totalmente controlada. Si estás experimentando síntomas, el aire seco y frío de la cabina de un avión puede agravar tu condición, así como la exposición a otros factores ambientales.

Investigá sobre el destino al que te dirigís para conocer los posibles alérgenos presentes en esa área y poder tomar las precauciones necesarias. 

2. Visita médica

Programá una visita con tu médico al menos una semana antes de volar. Esta consulta tiene como objetivo revisar tu estado de salud, recibir las recetas de tus medicamentos para eventuales urgencias durante el viaje (antihistamínicos, corticoides, cremas antipruriginosas, etc.), y aprender cómo usarlos en caso de emergencia. 

También es una buena idea obtener un resumen de tu historia clínica en inglés si vas a visitar un país de habla extranjera, para que puedas entregarlo a un médico en caso de necesidad.

3. Medicamentos

Asegurate de llevar todos tus medicamentos habituales en las dosis necesarias para el tiempo de viaje, y un poco más por si tuvieras que extender tu estadía. Si usás aerosoles para el asma, podés llevarlos en el equipaje de mano, pero cerciorate de tener la receta médica correspondiente.

4. Seguro médico de viaje

No olvides contratar un seguro médico de viaje antes de salir. Los médicos locales conocen la flora y fauna del destino y sabrán cómo tratarte en caso de una reacción alérgica. 

Además, es recomendable que sumes a la póliza un adicional por enfermedades preexistentes, para contar con asistencia durante tu estadía en el exterior en caso de presentar un cuadro agudo.

En OMINT Assistance contamos con planes que incluyen este tipo de coberturas, para que puedas desplazarte con la mejor protección y asistencia ante urgencias médicas.

5. Durante el viaje

Una vez que estés en tu destino, es importante que tomes precauciones adicionales para evitar exposiciones innecesarias a alérgenos. Si tenés una alergia crónica respiratoria, por ejemplo, evitá lugares con mucho polvo o polen.

Además, informate sobre los servicios médicos disponibles en tu destino y llevá siempre contigo la información de contacto de emergencia. 

También es útil llevar una tarjeta que detalle tus alergias en el idioma local, para poder comunicar tus necesidades de manera efectiva en caso de una emergencia médica.

¡Que la alergia crónica no te impida viajar!

Viajar con alergia crónica requiere una preparación adicional, pero con los pasos adecuados, podés disfrutar de tus vacaciones sin preocupaciones. No olvides visitar a tu médico antes del vuelo, llevar todos tus medicamentos, y contratar tu seguro médico. ¡Cotizalo online en Omint Assistance!